El acto de fumar es una práctica donde una sustancia (comúnmente tabaco, pero también puede ser opio o marihuana, entre otros) es quemada y acto seguido se prueba o inhala su humo, principalmente debido a que a través de la combustión se desprenden sustancias activas (como la nicotina), que son absorbidas por el cuerpo a través de los pulmones.
La acción de fumar puede remontarse hasta el siglo II a. C., aproximadamente, y está registrada en diferentes culturas alrededor del mundo.
En regiones como la India y el África subsahariana se mezcló con las prácticas existentes (principalmente fumar marihuana).
Sólo en nuestros días, y principalmente en los países industrializados, fumar ha comenzado a verse como negativo.
Muchos países en vías de desarrollo no han adoptado políticas antitabaco, lo que ha llevado a algunos a reclamar campañas antitabaco y una mayor educación para explicar los efectos negativos del HTA (humo ambiental del tabaco) en los países en vías de desarrollo.
[cita requerida] La publicidad del tabaco también se regula en ocasiones para hacer que fumar resulte menos atractivo.
En Estados Unidos, los índices de tabaquismo se han reducido a la mitad entre 1965 y 2006, pasando del 42% al 20,8% en adultos.
[21] Los efectos de la adicción en la sociedad varían considerablemente entre las distintas sustancias que se pueden fumar y los problemas sociales indirectos que causan, en gran parte debido a las diferencias en la legislación y la aplicación de la legislación sobre estupefacientes en todo el mundo.