Se trató del primer intento de un establecimiento permanente en América (pese a que la expedición se creía en Asia), construido en la fecha de la Navidad con las maderas y materiales de la nave encallada Santa María, en bahía del Cabo Haitiano (Baie du Cap-Haitien), entre pointe Picolet al oeste y pointe Jacquezy al este.
Cibao era, sin embargo, el Cacicazgo de Maguana, el región bajo el dominio del cacique Caonabo, quien practicaba, al igual que los caribes, el canibalismo.
Ambos cacicazgos estaban enfrentados, por lo que Guacanagarí se interesó en una alianza con Colón contra su rival Caonabo.
Pese a que la tripulación pudo salvarse al completo, y rescatarse gran parte de su contenido gracias a la ayuda prestada por las canoas mandadas por Guacanagarí, la nave no desencallarse de ninguna manera.
En su interior se dispuso un torre y estancias para diferentes usos como viviendas o almacén, construidas como cabañas de madera (bohíos).
Temiéndose una emboscada, los barcos esperaron a observar algún signo de vida en el fuerte como humo o lumbre, anunciándose con salvas.
Colón desconfió, sospechando que Guacanagarí había mandado la masacre del fuerte de La Navidad para forzar la venganza española sobre Caonabo.