Fuente del Cisne (Madrid)

[a]​ Recibió tal nombre por la escultura que coronaba su estructura, representando la agonía de un cisne estrangulado por una culebra, probablemente una recreación artística más del mito de Leda.[7]​ Los mismos autores añaden que su autor fue José Tomás,[3]​[4]​ escultor cordobés nacido en 1795, lo que hace difícil el origen conventual de la fuente, pues San Felipe el Real fue demolido en 1838 para ensanchar la calle Mayor.Así, mientras el fuste de mascarones y la taza poligonal o pilón eran, efectivamente, restos conservados del desaparecido monasterio de San Felipe el Real que estuvo en la Puerta del Sol; el cisne y la serpiente que forman la escultura que coronaba la fuente, fueron obra posterior de José Tomás (1795-1848), quizá hacia 1825-1830.Dispersados, extraviados –o perdidos– los elementos que componían la primitiva fuente, si se conservó la escultura, que hacia 1868 ya aparece documentada en su nueva instalación de la plaza de Santa Ana,[10]​ del lado de la calle del Príncipe, frente al Teatro Español.[4]​[c]​[11]​ Otro investigador y cronista no oficial de la historia de Madrid, José Manuel Seseña, anota que la escultura del cisne y la serpiente ocupó en la plaza el lugar en el que por unos años estuvo la fuente de aguadores del Obelisco, fotografiada por Alfonso Begué en 1864.
La fuente del Cisne en 1864, fotografiada por Alfonso Begué . Al fondo de la imagen, el obelisco de la Fuente Castellana , en el límite del primitivo paseo de la Castellana.