Fue en 1761 cuando el rey Carlos III se interesa por unas tierras incultivables que hasta ese momento pertenecían a los cabildos ecijano y cordobés.
Estas tierras habían sido ignoradas hasta por sus propietarios, ya que en ellas solo crecían matorrales, matojos, palmas, cardos borriqueros, etc., pero con posterioridad fueron motivo de diferentes conflictos.
El gobierno de Carlos III intentó tecnificar la agricultura para transformar las grandes propiedades en medianas, para que pudiesen ser explotadas ahora por una unidad familiar.
Por estos motivos surgen las llamadas colonias, que son lugares donde se establecen personas procedentes de otros países o lugares diferentes poblándonos y cultivándolos, en las que Fuente Carreteros tuvo su origen y sus primeros vestigios.
En 1771 Fuente Carreteros pertenecía a la colonia de Fuente Palmera, como aldea, junto con La Cañada del Rabadán, El Villar, La Ventilla, La Peñalosa, Villalón, La Herrería, Ochavillo del Río y Silillos.
Pero el reparto de las tierras a los primeros colonos que habitarían lo que hoy es Fuente Carreteros, no se hizo como estaba previsto y escrito en el Fuero de Población.
Ahora bien en nuestra colonia se entregaron dos suertes conocidas como Dotación Real”.
En indagaciones realizadas sobre el tema a los habitantes de la localidad se recoge un comentario que ellos hacían al respecto: “Mi abuelo me comentaba que los ecijanos y palmeños antes quemaban chozos y destrozaban las cosechas de los colonos”.
Los motivos por los que los ciudadanos de Palma del Río y Écija actuaron así fueron porque se quejaban de que nos se les había pedido opinión y tampoco le habían pedido sus terrenos, estos se tomaron sin que Olavide o cualquier otra autoridad les avisase.
Todos estos altercados tenían nombre porque los hacían las manos de los ricos ganaderos de Écija y Palma del Río que preferían que estas tierras no fueran acaparadas por los colonos y dejarlas como estaban abandonadas.
Los primeros colonos que llegaron a la localidad procedían de Alemania e Italia.
Los inviernos son suaves, aunque con algunas heladas y los veranos muy calurosos, con importantes oscilaciones térmicas diarias y temperaturas máximas, sobrepasándose todos los años los 40 °C en muchas ocasiones (44,7 °C el 11 de agosto de 2012).
Aunque las mínimas son más frescas, la temperatura media es superior a los 27 °C en julio y agosto.
Las lluvias anuales superan de media los 500 mm, aunque hay una importante irregularidad interanual.