[2] En 1833 Altenstein le nombró profesor extraordinario en la Universidad Humboldt de Berlín, y cuatro años más tarde consiguió la plaza en propiedad.
Ejerció la docencia durante casi cuarenta años, en cuya mayor parte tuvo que examinar de filosofía y pedagogía a todos los profesores de Prusia.
Su método de enseñanza fue estimado por Søren Kierkegaard, quien lo consideraba un importante y sobrio filólogo.
Por ello, su punto de vista se puede considerar una versión moderna del aristotelismo.
Al negar la posibilidad de un método y una filosofía absolutos —tal como sostuvieron Hegel y otros—, Trendelenburg fue un idealista en el sentido antiguo o platónico; toda su obra fue dedicada a la manifestación del ideal en lo real.