Estas categorías son: sustancia, cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, posición, posesión, acción y pasión.
En el primer capítulo aparece la definición de los términos homónimos (mismo nombre, diferente significado), sinónimos (igual o diferente nombre, mismo significado) y parónimos (términos derivados uno de otro).
El segundo capítulo es un estudio de las expresiones, que quedan clasificadas en dos grupos: expresiones sin enlace, es decir, nombres comunes, verbos atributos, como "hombre, corre, vence" y expresiones con enlace, que serían proposiciones del tipo "el hombre corre", "el hombre vence".
El cuarto capítulo define los diferentes significados de la atribución entre expresiones sin enlace o categorías, de las cuales enumera diez: sustancia, cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, posición, posesión, acción y pasión.
Los términos sin enlace solo afirman o niegan algo cuando se relacionan con otras expresiones.
Del capítulo noveno en adelante se analizan los juicios referidos al futuro en oposición a los referidos al pasado o al presente; la naturaleza de las cuestiones dialécticas; los juicios que afirman o niegan lo posible, lo imposible, lo contingente y lo necesario, así como sus contradicciones propias.
Redactada con posterioridad a los Tópicos, pero situada en el Organon antes que éstos, consta de dos libros dedicados al razonamiento silogístico.
Entre las premisas y la conclusión hay tres términos o conceptos, repetidos de dos en dos.
Según cuál sea la posición del término medio en las premisas, los silogismos pueden clasificarse en diferentes figuras, como son: 1º) Sujeto-Predicado; 2º) Predicado-Predicado; y 3º) Sujeto-Sujeto.
La demostración se fundamenta en un silogismo cuyas premisas son verdaderas, primarias, inmediatas y mejor conocidas que la conclusión.
Así pues, hay unas verdaderos fundamentales que son indemostrables, evidentes y primeros principios de demostración, unos de ellos comunes a toda demostración, axiomas, y otros peculiares a cada ciencia, definiciones.
Aristóteles hace patente su enorme inquietud por la deformación pedagógica provocada por esta clase de silogismos.
Lo que tradicionalmente se conoce como lógica aristotélica puede llegar a ofrecer problemas.
[3] En efecto, Platón es el padre de la lógica informal: sus diálogos muestran que la discusión tiene un papel preponderante en la filosofía.
Ya no es la dialéctica quien nos revela la verdad misma, sino que es un entrenamiento para después emprender las investigaciones venideras.
Recordemos que la tradición ha creído que los textos de la lógica aristotélica son en el siguiente orden: Categorías, De la Interpretación, Analíticos Primeros, Analíticos Segundos, Tópicos, Sobre las refutaciones sofísticas.
Por último, la tradición árabe aporta más elementos para dudar que Aristóteles concibió un sistema lógico dentro de su filosofía.
En la tradición árabe se agregan las obras Retórica y Poética al aparato lógico de Aristóteles.