Es en este tratado que Aristóteles menciona la idea de los predicados, que fue desarrollada posteriormente por Porfirio y los lógicos escolásticos.
Esta obra, compuesta de ocho libros, de redacción anterior a los Analíticos pero situada después de éstos en el Organon, está dedicada al estudio del silogismo dialéctico, en cuanto que conduce a una conclusión probable.
El cuerpo de la obra, del libro II al VII, versa sobre los tópicos -lugares comunes- de los que brotan los argumentos, y que son: el accidente, el género, la propiedad, la definición y la identidad.
En definitiva, Aristóteles examina en el conjunto de esta obra los procedimientos sistemáticos que permiten convencer con un grado aceptable de verosimilitud, pero que resultan insuficientes como para otorgarles el valor de certeza más cercano a la verdad.
Por esta razón, la dialéctica queda excluida del dominio de la ciencia.