Friedl Dicker-Brandeis

Las tareas que realizaron fueron muy variadas (desde encuadernaciones, decoración de telas, hasta juguetes infantiles).

Después de su liberación, tras un breve encarcelamiento, se trasladó a Praga, pues en aquella época el nazismo tomaba cada vez más fuerza en Europa Central.

En Praga se casó con su primo Pavel Brandeis, que era contable y había obtenido la nacionalidad checa.

En esta época empezó a desarrollar sus dotes como pintora, pasando del constructivismo al arte figurativo, aunque continuó trabajando en la decoración artística y el interiorismo con Grete Bauer-Fröhlich, una antigua colega de la Bauhaus.

Al mismo tiempo empezó a trabajar con los hijos e hijas de emigrados políticos procedentes de Alemania, con quienes comenzó a aplicar el sistema que había aprendido de Johannes Itten, estableciendo un intenso vínculo con los niños y niñas, ya que su mera presencia y calidez materna fueron suficientes para crear esta atmósfera positiva.

Durante su estancia en Praga también mantuvo una intensa vida política, hasta que en 1938 ella y su marido se trasladaron a Hronov.

y ella, como diseñadora, pronto recibió el premio en la exposición Vystava 38 Nachod.

Durante su cautividad, Friedl organizó clandestinamente clases educativas y de arte para la población infantil que se encontraba recluida.

Enseñó a dibujar a cientos de niños y niñas, diseñó decorados y vestuario para, al menos, dos representaciones infantiles e hizo una exposición de los dibujos que mostraban la vida diaria en sus anteriores hogares.

[7]​ En 1999, Simon Wiesenthal organizó la exposición Friedl Dicker-Brandeis cuya comisaria era Elena Makarova y que se inauguró en Viena.

La exposición se mostró en la República Checa, Alemania, Suecia, Francia, Estados Unidos, Japón y Argentina.