Sus ondulaciones constituyen borrascas de dos frentes, que originan precipitaciones.
Está formado por la sucesión de frentes encadenados.
En verano, el frente polar se desplaza hacia latitudes mayores; y en invierno, hacia latitudes menores.
Si el frío aumenta en Europa, el frente polar se moverá hacia el sur haciendo que las borrascas entren más por el sur.
[1] En condiciones normales el frente polar suele localizarse en el Norte de España pero puede descender o aumentar su franja, convirtiéndose, por así decirlo, en un camino que siguen las borrascas en su camino desde el Atlántico hasta el Centro de Europa.