Francisco de Velasco (músico)
Velasco no pudo asistir en persona y envió a Jácome de Aguilar, natural de Monzón, para que le representase.Velasco no cambié su actitud y el Cabildo decidió castigarle económicamente, retirándole 36 000 de su salario, dedicados a la alimentación de los mozos.[2] La lucha de poder entre el Cabildo y Velasco, que había ido escalando en los últimos años, desembocó en un proceso judicial de jurisdicción religiosa.En general todos estaban de acuerdo que Velasco tenía numerosos amoríos com mujeres de la ciudad, incluyendo monjas, casadas y solteras.En Calahorra se le ofrecieron 100 escudos más del salario de mediorracionero, lo que lo convenció para quedarse.[1] Hay información de que a su muerte dejó misas, motetes y villancicos en la Catedral de Calahorra, pero no se ha conservado ninguna obra suya.