Francisco de Reynoso y Baeza

Al ver su padre el esmero que el niño Francisco ponía en estos menesteres decidió hacerlo sacerdote.

Pedro tomó doscientos ducados de los suyos y en 1554 emprendieron los tres hermanos la jornada a Roma.

A la muerte del papa Pío V, Francisco de Reynoso regresó a España y residió en la ciudad de Palencia por algunos años, donde era canónigo su hermano Manuel.

En 1584 se encontraba en esta ciudad en la cual realizó un donativo de trescientos ducados y unas casas para el Seminario.

En 1597 fue nombrado obispo de Córdoba habiendo sido propuesto por el mismo Felipe II.

En declaraciones controversiales y con motivos cínicos y despiadados de otras monjas del mismo convento, aseguraron que cantaba versos al dios Baal mientras ellas cantaban en el coro.

Se le condenó a relajación por confitente ficta, se confesó y murió en 1559 a la edad de 21 años en el garrote vil antes de ser quemada.