Francisco Rubén Berroa y Bernedo

[2]​ En Arequipa, estudió en el colegio "San Vicente de Paul", fundado y dirigido por el padre lazarista francés Hipólito Duhamel C.M.

En relación con sus estudios, recordaría lo siguiente:"Estas enseñanzas del maestro, que como dictadas por un buen francés hicieron vibrar las más delicadas cuerdas del patriotismo, produjeron sus frutos en los territorios, donde la Patria vivía ausente y se hallaba arriada su bandera.

A la vez que ejercía su labor presbiteral, seguía sus estudios de jurisprudencia.

Desde 1911 hasta 1920, durante casi 11 años, dirigió el diario El Deber, por designación del obispo Mariano Holguín Maldonado, O.F.M., diario conservador y católico, publicado en Arequipa, y distribuido por el sur del Perú.

[3]​ Al tomar el obispo posesión de su sede, respecto al seminario menor "San Teodoro", refrendo como rector a Leocadio Gamarra, luego, en el año 1923, nombró rector a Luis B. Ortega.

Era curioso ver salir del templo a aquella familia que comulgó pues no tenían parientes quienes los condujesen como a los demás, tan solo un pequeñín, de 5 a 6 años, que marchaba delante de ellos envuelto en un gracioso ponchito, y con sus ennoblecidas manitas esparcía por el suelo, flores escasas por cierto, al par que con su voz angelical cantaba como mejor podía el ‘Kanmi Dios canqui, yúrak Hostia santa’.

Esta comitiva por fin penetra en su pequeña casa, limpia y modestamente engalanada con flores blancas, donde pasa el día entregada totalmente a la oración ya entonando cánticos de amor, ya recitando plegarias fervorosas, todos en su idioma quechua.

¡Cuántas oraciones mezcladas con lágrimas de contrición se elevan hasta el Trono del Altísimo!

(...)"Consagró a su diócesis al Sagrado Corazón de Jesús, y trajo su imagen para la catedral.

Presidió, durante 4 años[2]​ la Junta Departamental de la Raza Indígena, junto con Eduardo Showing, Juan Manuel Robles, Santiago Debarbieri, Eduardo Dyer y Teodoro Alomía; y modificó la cripta de la catedral.

En mayo de 1925 realizó, junto con los otros obispos del Perú, la visita ad limina al papa Pio XI.

[2]​Ese mismo año, el 30 de agosto, formaría parte del VIII Concilio Provincial Límense, presidido por el arzobispo Emilio Lissón.

Ese mismo año, también, la iglesia catedral tuvo una nueva reparación, con pavimento de mosaico, cambiando, a lo quera, el presbiterio y la cripta.

recorriendo el suelo peruano, se nota que hubo progreso vario, en cada una de las tres regiones: cisandina, andina y transandina.

[9]​[10]​ En sus bodas de plata episcopales, recibió una carta congratulatoria del papa Pio XII.