[3] El capitán Lacerda, nacido en Leiría, había emigrado a São Paulo, donde era propietario de una de las tres farmacias existentes allí en 1765, situada en la actual Praça da Sé.
En 1777, a los veinticuatro años, recibió el grado de doctor en Matemáticas[8] y Astronomía, fue aprobado nemine discrepante.
La misión demarcadora, que dejó Lisboa en 1780 con destino a Belém do Pará, era un desdoblamiento del Tratado de Santo Ildefonso, firmado en 1777.
Lacerda e Almeida regresó a Portugal en 1791, convirtiéndose en profesor en la Real Academia de Guardias Marinas.
Entretanto, mientras todavía estaba recorriendo el Brasil, ya había sido elegido miembro de la Academia Real das Ciências.
En su diario de viaje dejó órdenes expresas escritas a sus subordinados para que continuaran la misión.
Los hombres que permanecieron fieles al padre Francisco João Pinto, nombrado por el propio Lacerda e Almeida antes de su muerte para sucederle en el mando de la expedición, aún quedaron unos meses en Cazembre pero volvieron a Tete sin tratar de ir a Angola, como estaba previsto en un principio.
Estos documentos se traducirán posteriormente al inglés y fue publicado en Londres en 1873 en una obra titulada The Lands of Cazembe: Lacerda´s journey to Cazembe in 1798 [Las Tierras de Kazembe: el viaje de Lacerda a Kazembe en 1798] por el explorador inglés Sir Richard Francis Burton, quien escribió: «si el Dr. Lacerda no realizó su proyecto, su éxito parcial aumentó considerablemente nuestro conocimiento sobre el interior de África, (...) hasta que el Dr. Livingstone hubo regresado de su tercera expedición, los escritos de Lacerda deben seguir siendo autoridad».