Al producirse la segunda invasión inglesa a Buenos Aires, participó destacadamente en la Defensa de la ciudad, lo que le valió el ascenso al grado de teniente, aunque por influencia de su padre obtuvo simultáneamente el ascenso a capitán; eso le llevó a sostener complejos conflictos con los demás oficiales.
Cuando esas quejas llegaron a Buenos Aires ya había ocurrido la Revolución de Mayo, y la Primera Junta intentó mediar entre los dos oficiales.
Poco después, Doblas, instalado en Concepción del Uruguay, asumió el mando militar de la región, nombrando como su segundo a Zapata.
Pero Doblas tampoco logró llevarse bien con Zapata, que lo obligó a renunciar al poco tiempo.
Doblas reasumió el mando y colaboró en el sitio impuesto por el general Rondeau a Montevideo.