Francisco Bermúdez

Vivió desde muy joven en Buenos Aires y participó en la lucha contra la primera de las Invasiones Inglesas en 1806.

En 1816, ya como sargento mayor se unió al Ejército de los Andes con el cual pasó a Chile, y participó en las batallas de Chacabuco, Cancha Rayada y Maipú.

Arenales le ordenó abandonar Huancayo, pero Bermúdez al frente de cinco mil indígenas armados de hondas y macanas prefirió intentar defender su posición; fue derrotado por el coronel Mariano Ricafort, del ejército real, y huyó hacia la costa.

Molesto por esa actitud, y tomado como prisionero durante la Sublevación del Callao decidió unirse al ejército realista.

Beneficiado por la Capitulación de Ayacucho, se retiró a la vida privada.