En 1793 comandó los cuatro navíos napolitanos que lucharon contra los franceses bajo el mando del almirante Samuel Hood, participando también en el sitio de Tolón.
Pietro Colletta describió como "magnífica" la navegación de Caracciolo, quien logró atravesar sin problemas una tormenta que, en cambio, dañó gravemente el navío real, La Vanguard, encomendado a Nelson.
En la capital, los ideales revolucionarios traídos por los franceses se habían difundido incluso entre los aristócratas y el mismo almirante empezó a simpatizar con las ideas de la República Napolitana.
Durante una batalla logró golpear la nave Minerva del almirante inglés Thurn.
Después de algunos días, el cadáver emergió del agua aunque le pusieron peso en las piernas; así algunos pescadores recuperaron el cuerpo y se pudo celebrar el funeral en la Iglesia de Santa Maria della Catena, en el Borgo Santa Lucia, donde fue sepultado.