Santa María Magdalena (1773)

[2]​[3]​ Los dos buques formaban parte de la flota hispano-inglesa que, al mando del capitán Joaquín Zarauz, tenía como misión defender la costa cantábrica contra los ataques de los franceses.

Completaban la flota el corsario Insurgente Roncalesa, una balandra inglesa y 20 buques de transporte.

En la tarde del día 18, fondean en Gijón para desembarcar al día siguiente las fuerzas del ejército, que atacarían la ciudad asturiana, consiguiendo así que las fuerzas francesas se replegasen.

Con la mejora del tiempo y dispersada la flota, se dirigen el día 29 al puerto de Vivero la fragata Magdalena, el bergantín Palomo, dos transportes y la fragata inglesa Narcisus.

El temporal destrozó el casco de la Magdalena y no tardó en irse a pique.

Cañón recuperado del pecio de la fragata Santa María Magdalena , en exhibición en Vivero .