En 1852 se proyectó su construcción como fragata a vela de 50 cañones.
Para ello hubo que ampliar el codaste y desarmar las cuadernas para alojar la máquina, que estaba destinada originalmente al navío Francisco de Asís.
Al mando del buque estaba el capitán de fragata Manuel Costilla y Asensio.
El 13 de octubre recupera su antiguo nombre, pero acortado, a Asturias.
Se retiraron otros muchos efectos, elevando su obra muerta para conseguir espacio para alojamientos y dependencias, y disminuyendo su desplazamiento a tan sólo 1.576 toneladas.
El casco estaba pintado en negro con dos franjas blancas, aunque como fragata sólo le correspondía una para marcar su batería.