Su construcción fue supervisada por el capitán peruano-chileno José María Salcedo, que servía en la Marina de Guerra del Perú.
Fue el buque insignia del presidente Ramón Castilla, cuando este decidió tomar personalmente el mando de la campaña en Ecuador.
En ese momento estaba el mando del capitán de navío Silva Rodríguez y tenía toda la tripulación embarcada, incluyendo músicos y cocineros, además de visitantes del Callao que se encontraban en la cubierta.
Para su reflotamiento, el ministro plenipotenciario de Perú en Estados Unidos, Federico Barreda, contrató a los norteamericanos Renton y Addison Crosby en Brooklyn por 100 mil pesos.
También, el capitán de navío José María Salcedo había mandado desde Inglaterra, dos torres giratorias para cañones de 10.5 pulgadas, pero esta idea fue rechazada en el Callao y se utilizó las torres para artillar el puerto.
Evitando ser dañada por los bombardeos continuos de la armada chilena durante el bloqueo del Callao entre 1880 y 1881.