Puente de Forth

Cruzarlo, sin embargo, era peligroso: las tormentas eran frecuentes, los transbordadores poco fiables e incluso hasta el siglo XVIII existía la posibilidad de encontrarse con piratas.

Por ello, el Parlamento decidió construir un puente de ferrocarril que cruzara la bahía.

A Baker se le consideraba "uno de los ingenieros más destacados del Reino Unido", y junto con su colega Allan Stewart recibió la mayor parte del crédito por diseñar y supervisar las obras de construcción.

Inicialmente se reconocieron 57 muertes durante las obras, pero las investigaciones históricas recientes elevan este número a 98.

En North Queensferry, igualmente, se decidió instalar bancos en recuerdo a los fallecidos.

La utilización de ménsulas en el diseño de un puente no era una idea totalmente novedosa, pero el ingeniero Benjamin Baker fue pionero en elevar esta idea a una escala superior, en una línea que después sería ampliamente imitada en diversas partes del mundo.

Aunque los trenes modernos provocan menos tensiones sobre el puente que los antiguos trenes de vapor, el puente sigue necesitando mantenimiento, que en la actualidad lleva a cabo la empresa Balfour Beatty, subcontratada por Network Rail.

Forth Bridge de noche.
Los dos puentes sobre el Fiordo de Forth; el puente del ferrocarril es el de la derecha.
Mapa histórico de los ferrocarriles escoceses alrededor del puente.