El compuesto se encuentra en la naturaleza en por lo menos 40 plantas en Australia, Brasil y África.
[5][6] En 1904, los colonos en Sierra Leona usaron el extracto de Chailletia toxicaria el cual contenía ácido fluoroacético o sus sales para exterminar ratas.
[7][8] Se cree que este compuesto está presente incluso en las hojas de té en mínima cantidad.
En intoxicaciones graves aparecen anormalidades cardiovasculares como taquicardia o bradicardia, hipotensión y cambios en el ECG.
Los efectos neurológicos producen fasciculaciones musculares y convulsiones; el nivel de conciencia empieza a deteriorarse progresivamente hasta llegar al coma.
La muerte ocurre normalmente a causa de arritmia ventricular, hipotensión progresiva refractaria al tratamiento e infecciones pulmonares secundarias.
[3] Los síntomas en animales domésticos varían: los perros tienden a mostrar signos neurológicos como convulsiones y carrera incontrolada, mientras los grandes herbívoros como el ganado vacuno y ovejas muestran principalmente signos cardiacos.