[1] Los bonos verdes son títulos de deuda emitidos en el mercado por una entidad pública o privada para financiar actividades respetuosas con el medio ambiente.
[3][2] Hasta el momento, no hay normativa que requiera al emisor especificar por escrito sus intenciones "verdes" en las condiciones de la emisión.
[5][6] Como el concepto "transición energética" es amplio y los adjetivos "sostenible" o "verde" pueden aplicarse a muchos proyectos (energía renovable, eficiencia energética, depuración de aguas residuales, reforestación...), se están elaborando varias taxonomías (clasificaciones) para evaluar si un proyecto realmente es verde (tiene un impacto positivo o neutro en el medio ambiente) y, en ese caso, certificarlo.
[7] Se considera la iniciativa más amplia y detallada de su clase; puede inspirar a otros países para desarrollar sus propias taxonomías o incluso puede convertirse en el nuevo "patrón oro" mundial para la evaluación de proyectos.
Las clasificaciones del gas natural fósil y la energía nuclear son polémicas.
Esos países sostienen que el gas natural debe considerarse sostenible si se cumplen determinadas condiciones.
[10] En respuesta, varios miembros del grupo de expertos que asesora a la Comisión Europea amenazaron con dimitir.
En el Reino Unido, el Gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, ha apoyado activamente las recomendaciones del TCFD, y ha pedido en varias ocasiones que se impongan obligaciones a las compañías del sector financiero para que sean transparentes y tengan en cuenta los riesgos financieros derivados del clima, en particular a través de pruebas de resistencia bancaria (los test de estrés que se hacen a los bancos para ver si aguantarían hipotéticas crisis financieras) climáticas.
Diversos estudios han cuestionado la idea de que una mayor inversión en sostenibilidad siempre contribuye al valor corporativo.
[29] Esto sugiere la existencia de un nivel óptimo de inversión ESG donde los beneficios para la valoración corporativa se maximizan, más allá del cual podrían surgir rendimientos decrecientes o incluso efectos adversos.