Filosofía de José Ortega y Gasset

Esta corriente se caracteriza por considerar la vida como centro de cualquier investigación filosófica.

[cita requerida] En realidad, su corriente es una superación del vitalismo y del racionalismo, tomando aspectos de las dos para crear el raciovitalismo, que considera la vida como centro de cualquier investigación y a su vez da bastante valor a la cultura y a la Razón, que el vitalismo clásico niega.

No existen verdades eternas o absolutas, sino perspectivas sobre la verdad.Para Ortega la existencia está antes que el pensamiento.

Recordemos que en Meditaciones del Quijote dice aquello de "yo soy yo y mi circunstancia".

Por ello, niega la razón cartesiana, que consiste en el análisis de las cosas.

Crítica al falso racionalismo: Tiene unos límites aunque sea incapaz de administrarlos.

La visión racionalista de la realidad es abstracta y no tiene en cuenta las cosas concretas.

No considera que la vida y los seres vivos son tarea exclusiva de la biología.

Ortega por su parte fundamenta el pensamiento en la vida, entendida esta como única realidad absoluta, la "vida" dista de la "existencia" cartesiana en que la vida es entendida por Ortega, como filósofo vitalista, como un impulso vital (influencia de Schopenhauer), lo que daría paso a su concepto de "razón vital", por su parte, Descartes entendía la existencia del "yo" cómo un ente pensante o "res cogitans", defendiendo en consecuencia, una posición dualista de la naturaleza humana.

El pensamiento va más allá de todo lo imaginable en la vida del ser humano.

Las circunstancias del ser humano abarcan todo lo que forma parte de nuestra vida.

Cuando éstos por instinto se saben defender a sí mismos al poco tiempo, nosotros necesitaríamos incluso años.

Hay dos formas de evitarlo: por exceso y por defecto, es decir, por estar totalmente absortos del quehacer diario o porque no hacemos nada.

Decimos que una persona es auténtica cuando pone en marcha su voluntad para llevar a cabo su proyecto vital.

Ortega y Gasset vivió la Primera Guerra Mundial, siendo incapaz de entender cómo el ser humano pudo llegar a semejante barbarie.

Sin embargo, ve cómo este tropieza en la misma piedra con la Segunda Guerra Mundial, por lo que se centra en realizar un análisis de la sociedad enferma que ha llevado a esa situación.

Piensa que las naciones se le dieron ya creadas, y que no han sido generadas a través de una lucha constante y progresiva de los hombres excelentes.

Son los dogmas de dicha disciplina los que le hace comportarse como un bárbaro.

En este aspecto casi cabría encontrar una relación entre las posturas de Ortega y las de otros pensadores europeos posteriores, pues en última instancia, podríamos asimilar la masa al conformismo, al no querer mejorar, al no querer ir más allá, la masa es en fin el amor a la mediocridad, no la mediocridad en sí misma.