Fiesta del Santo Ecce Homo de Popayán

[1]​ Tallada en la última parte del siglo XVII,[2]​ es una obra anónima perteneciente a la escuela quiteña, en específico se cree que por sus características está relacionada con el círculo del maestro José Olmos también conocido como ''Pampite''.

Desde entonces se le dio veneración privada durante 30 años en el oratorio personal de la casona del matrimonio Velasco (ubicada en la carrera 5 entre calles 4 y 5) (conocida desde entonces como La Cuna del Santo Ecce Homo)).

Hasta inicios del siglo XX, la devoción hacia el Santo Ecce Homo solo se iba incrementando entre la feligresía payanesa y caucana que ya consideraban al cristo como milagroso y protector, por lo que se le llamaba comúnmente como El Amito.

Sin embargo, hasta ese entonces solo la imagen tenía el permiso arzobispal para procesionar en la denominada Procesión del Clero realizada el Lunes Santo, pero debido a la inestabilidad causada por las guerras civiles de fines del siglo XIX, desastres naturales y la inmigración de familias pudientes hacia el Ecuador,[4]​ la procesión terminó por desaparecer definitivamente en el año 1906.

En esta procesión tradicionalmente acompañan alumbrando al Amo Ecce Homo las mujeres payanesas.