Feromona

[1]​ En caso de moléculas para la comunicación interespecífica se utiliza el término alelomonas.

Muchas especies de plantas y animales utilizan diferentes aromas o mensajes químicos como medio de comunicación y casi todas envían uno o varios códigos por este medio, tanto para atraerse o rechazarse sexualmente como para otros fines.

En 2006, se mostró que una subclase de receptores encontrado en el epitelio olfatorio llamados Receptor 1 Asociado a las Aminas Trazas son activados por aminas volátiles encontradas en orina de ratones, incluida una feromona.

[4]​ En el ser humano hay un grupo de seis receptores acoplados de proteínas G (i.e., TAAR1, TAAR2ls, TAARs) en el epitelio olfatorio que funcionan para identificar los odorantes amínicos volátiles, incluyendo ciertas feromonas;[5]​ se considera que estos TAARs funcionan como receptores de feromonas que identifican mensajes sociales.

Este órgano se encuentra en la base del septo nasal entre la nariz y la boca.

[6]​ Las feromonas en las abejas domésticas se producen en glándulas especiales y actúan a través del olfato por regla general.

Hay feromonas producidas por glándulas mandibulares que impregnan el cuerpo y son recogidas por las obreras con la lengua, y así las transmiten para generalizar el conocimiento de que la reina está presente.

Las secreciones de estas glándulas pueden ir directamente al exterior o tener reservorios internos.

[17]​[18]​ Las dendritas de las neuronas olfativas están recubiertas con pelos cuticulares lo que comprende las sensilias olfatorias que se encuentran en las antenas o en algunos insectos también en los palpos maxilares[16]​ Las feromonas son percibidas gracias a sensilias olfatorias localizadas en las antenas.

La activación de los ORs que son receptores asociados a proteínas G genera un incremento en un compuesto conocido como inositol trifosfato (IP3) que activa directamente los canales iónicos de las membranas neuronales.

[24]​ Sin embargo, estas técnicas no han sido casi aplicadas en estudios en hormigas por su cutícula tan dura y sus respuestas potenciales bajas a las mismas.

La actividad cerebral fue registrada usando microelectrodos de tungsteno en el lóbulo antenal ipsilateral y en los cuerpos cetiformes.

Los científicos están interesados en sintetizarla como alternativa a los pesticidas, pues usándola como trampa se podría aislar a los machos o liberándola al campo evitar el encuentro de machos y hembras, interrumpiendo así el ciclo reproductivo.

En el sistema del refuerzo, las feromonas no volátiles percibidas por primera vez activan el núcleo basolateral de la amígdala y el núcleo accumbens, pero no el área ventral tegmental ni la corteza prefrontal.

[35]​ Hay estudios científicos que señalan la posible existencia de feromonas en los humanos.

En los humanos los receptores TAAR5 presuntamente presentan aversión a la trimetilamina, la cual es conocida como un antagonista hTAAR5.

Bombicol (feromona del gusano de seda, Bombyx mori ).
Fig. 1. Ubicación de algunas de las glándulas exocrinas en las hormigas.
Fig.2. Montaje de un electroantenograma para medir la actividad eléctrica anteno-cerebral en las hormigas.
Fig. 3. Actividad eléctrica registrada en los lóbulos antenales (ALs) y cuerpos cetiformes (MBs), usando un electroantenograma (EAG). A: Respuesta a conspecíficos. B: Respuesta a no conspecíficos.