UU., entonces gobernado por el general Unzaga, quien, tras los primeros incidentes de Boston, le ordenó a Leyba que le suministrara armas a los Osages y otros pueblos amerindios próximos al río Misisipi para tenerlos como aliados en caso de que los colonos norteamericanos se sublevaran ante los británicos, de esa manera la alianza borbónica de España-Francia podría, por un lado, defendería a la extensa y casi desahabitada Luisiana y por otro ayudaría secretamente a los incipientes EE.
Leyba, efectivamente, en 1772 suministró pólvora y armas a los indios aunque, en un principio, él no conocía aún los planes del gobernador Unzaga.
Leyba conoció a George Rogers Clark apenas dos meses más tarde, cuando Clark, recién obtenida su victoria en Kaskaskia, visitó San Luis de Ilinueses desde donde el español ejercía como gobernador.
Debido a que en el conflicto, aún no abiertamente declarado, entre España y Gran Bretaña los recursos del Imperio español se estaban destinando a otros puntos, este se vio obligado a informarle de que debería emprender la fortificación por sus propios medios.
No obstante, su estado de endeudamiento le impidió completar el proyecto y, llegado el momento del combate, solo una torre y parte de una segunda estaban en pie.