Con cinco años ya contaba historias a cambio de merienda en el patio del colegio público donde acudía.
En 1941 ocuparon su lugar otros de sus hermanos y volvió a Barcelona, al barrio del Pueblo Seco.
Enric siguió sus pasos como periodista, y su hija María Victoria ha colaborado con él en algunas de sus últimas novelas.
En 1984 recibió el Premio Planeta por Crónica sentimental en rojo, lo que le supuso popularidad y ánimos para seguir escribiendo.
Su novela Expediente Barcelona fue traducida y publicada por la prestigiosa editorial Gallimard, lo cual le proporcionó un prestigio y éxito editorial en Francia muy superior del que gozaba en España, hasta el punto que sus nuevas novelas aparecían antes en el país vecino.
Al día siguiente, reivindicó él a Terenci Moix como autor de dos novelas negras.