Inicialmente artista de cabaret y music-hall, consiguió la fama nacional gracias a la televisión.
Su estilo cómico consistía en presentar historias divertidas basadas en las situaciones cotidianas en las que se veía involucrado el ciudadano francés medio.
Otra versión explicaba que perdió los dedos a los 17 años, manipulando accidentalmente un hacha uno de sus amigos en un establo.
Un año más tarde, fue Sganarelle en Don Juan, de Molière, junto a Georges Descrières.
La carrera de Raynaud quedó limitada a explotar la vena cómica que había asegurado su éxito sobre las tablas.
En el cine hizo papeles idénticos a los que encarnó en los teatros, llevando sus personajes de manera habitual su propio primer nombre.