Citroën SM

En 1968 se llegó a un acuerdo entre Citroën y Maserati para una colaboración técnica, con lo que se quiso aprovechar, en un principio, un motor V8 de origen Maserati para propulsar un vehículo Citroën en el denominado «proyecto S» durante su desarrollo.

El SM contaba con un motor V6 a 90° que entregaba 170 CV, y era capaz de propulsarlo hasta los 220 km/h.

Otro hecho que pudo alimentar la leyenda fue la aparición de una maqueta previa muy parecida al motor V8.

Además, aún hay un elemento que los diferencia bastante: el V6 tiene un eje intermedio al que van acopladas las dos cadenas de distribución y sus dos culatas son iguales.

Si a esto se añade su atemporal diseño futurista (tanto por dentro como por fuera), y se consideran su rareza y su caché cuasi-exótico, el SM se eleva rápidamente al nivel de los grandes automóviles de todos los tiempos.

Vano motor de un SM, donde se aprecian perfectamente las esferas de la suspensión
Citroën SM