[1][2][3] Si bien el término había sido escasamente usado con anterioridad, se considera que la filósofa Christina Hoff Sommers acuñó y definió el concepto en su libro Who Stole Feminism?[7] La filósofa Alison Jaggar escribió en 1983 sobre la necesidad de buscar un nuevo nombre para la dirección que estaba tomando el feminismo socialista.Sin embargo, el feminismo socialista todavía no ha proporcionado las respuestas, en parte debido a la continua incertidumbre acerca de cómo debería conceptualizarse el dominio redefinido de la economía política».[1] Sommers usó el término en 1994, para criticar a Rubin, Bartky, Jaggar y otras feministas en su libro, Who Stole Feminism?[15][11][16] Diferentes teóricos han aplicado connotaciones negativas y positivas al feminismo de género.[17] Sin embargo, Nussbaum afirma que todo esto ofrece una manera de reformular su conjunto original de preguntas sobre el futuro del feminismo en Estados Unidos: A las dos primeras preguntas Nussbaum responde con un «sí» y la tercera con un «no».[18][20][19]: 229 Victoria Davion[21] afirmó que nadie cree en el feminismo de género como Sommers lo define, con base en su incoherencia conceptual.[19]: 229 Concretamente, tanto Alison Jaggar como Marilyn Friedman afirmaron que Sommers tergiversó severamente sus puntos de vista.[28]: 29 Steven Pinker, en su libro The Blank Slate: The Modern Denial of Human Nature, profundizando en la dicotomía que establece Hoff Sommers, afirma que el feminismo de género está aliado con el marxismo, el posmodernismo y el construccionismo social, y como tal se basa en tres afirmaciones: las diferencias de género son de manera estricta socialmente construidas y no tienen una base biológica, el comportamiento humano está diseñado con el único propósito del deseo de poder y las interacciones humanas se comprenden mejor no desde la psicología individual sino desde los objetivos de los grupos en respondiendo a otros grupos.