Real Fábrica de Paños de Brihuega

Llegó a ser un centro productivo de primera importancia, una construcción que albergaría una nueva ciudad abriendo el cauce a la llegada de técnicos, artesanos, hilanderas y máquinas.En el siglo XVIII, las actividades textiles eran profundamente artesanales, la práctica se basada en mujeres tejiendo con sus propias manos sin la utilización de máquinas.En octubre de 1750 es inaugurada por Fernando VI y en mayo se escogen los primeros empleos.Por este y, otros motivos, la Fábrica decide arrendarse a la dependencia de los Cinco Gremios Mayores de Madrid, corporación formada por joyeros, merceros, sederos, pañeros y drogueros.A su vez, la Hacienda Real, acepta el arrendamiento bajo una condición: la permanencia de la maquinaria e infraestructura.Los Cinco Gremios acatan el mandato y toman como principal medida despedir a los empleados superfluos para racionalizar la producción.Casi 200 familias mostraron su descontento a las autoridades locales, aun así, son recompensadas con la instalación de 30 telares.[3]​ En 1784, Carlos IV, decide unificar las tres fábricas en dos, trabajando en Guadalajara lo superfino y en Brihuega lo fino.Sufre numerosos expolios tanto por las tropas invasoras como por los guerrilleros del Empecinado, esta situación provoca que los empleados no cobren sus salarios regularmente.De esta forma, saldarían la deuda nacional a la que hacían frente.En 1840, durante la Desamortización de Mendizábal, Don Justo Hernández Pareja, adquiere el edificio industrial vacío y sin maquinaria.Los hermanos Hernández propician notables avances de hilado, además, construyen un nuevo edificio adherido dedicado exclusivamente a esta técnica junto con aparatos manuales.El zaguán da paso al cuerpo principal o rotonda, donde estaban instalados los ochenta y cuatro telares de paños.Todos los anteriores elementos se construyen alrededor de dos patios interiores rectangulares y circulares.Unos años después, Ventura Pariente, decide ampliar la Fábrica y redimensionarla basándose en el anterior diseño.Destacan por sus cipreses, parterres, farolas, miradores, cenadores y fuentes que evocan un estilo versallesco.Durante años se proponen numerosos proyectos para consolidar los cimientos de este monumento histórico.Cabe destacar que en esta fábrica no llegó a utilizarse ninguna máquina hidráulica.Además, en los primeros telares todo el trabajo era muy lento ya que se hacía a mano.Únicamente en las Reales Fábricas, donde existía un capital económico elevado, se utilizaban telares más avanzados.[19]​ La ilustradora, María de Sopetrán Consuelo Domènech Llorente, nacida en 1957 en Torre del Burgo, pasa su etapa juvenil en Brihuega donde completa sus estudios y comienza su carrera artística.
Fachada y jardines internos del edificio central, la Rotonda, perteneciente a la Real Fábrica de Paños de Brihuega.
Vista aérea de la Real Fábrica de Paños de Brihuega
Portón que da acceso a la rotonda
Interior de la Real Fábrica de Paños.
Jardines en el interior de la Real Fábrica.
Vigas de madera en la planta superior.
Obras de rehabilitación en 2022.