Fábrica Argentina de Locomotoras
Esta fábrica nace del éxito obtenido por la locomotora CM1, "Justicialista", y como consecuencia de la necesidad de encarar la fabricación en serie de locomotoras diésel – eléctricas con el fin de contribuir a afianzar la independencia económica del país.En un principio, la fábrica daba trabajo a más de cien operarios y ocupaba el galpón N.º 35 (secciones U16 al 22 inclusive) de los Talleres Liniers del actual Ferrocarril Sarmiento y, posteriormente, por resolución 443/52, adecuándose al plan de trabajo liderado por el ingeniero Pedro Sacaggio, en el que se proyectaba fabricar en serie unas seiscientas locomotoras, la fábrica se trasladó a los talleres del Ferrocarril General San Martín en Mendoza.Para comenzar con la fabricación, se celebraron contratos de compra de motores diésel con las empresas italianas "Fiat Group" y "Cantieri Riuniti Dell Adriático" y se adquirió el hierro en chapas, planchuelas y barras necesario para la primera etapa de construcción.Los estudios preliminares, maquetas, planos, modelos y moldes de las futuras locomotoras desaparecieron o fueron destruidos.Muchos de los materiales ya industrializados se vendieron como chatarra y otros, como los motores comprados a Fiat Ferroviaria, pasaron a formar parte de la construcción de las locomotoras GAIA, fabricadas en el país desde 1964.