La extinción masiva del Pérmico-Triásico (PT), llamada también de manera informal la Gran Mortandad,[1] fue una extinción masiva ocurrida hace aproximadamente 250 millones de años[2] y define el límite entre los períodos Pérmico y Triásico.
Numerosas ramas evolutivas del árbol de la vida fueron cercenadas, dejando muy pocos representantes disponibles para repoblar el planeta.
Algunos científicos estiman que tardó 10 millones de años (hasta el Triásico Medio), debido tanto a la gravedad de la extinción como a que las condiciones sombrías volvieron periódicamente en el transcurso del Triásico Temprano,[7][8][9] provocando nuevos episodios de extinción, como la extinción del límite Smithiano-Espático.
[15][16] Las diferencias regionales en el ritmo de la recuperación biótica sugieren que el impacto de la extinción puede haberse sentido menos severamente en unas zonas que en otras, con un estrés ambiental y una inestabilidad diferenciales.
Las aguas oceánicas profundas pierden periódicamente la totalidad de su oxígeno disuelto, lo que permite que las bacterias anaerobias (por ejemplo, las bacterias verdes del azufre) proliferen y produzcan sulfuro de hidrógeno.
Los modelos de este fenómeno indican que el gas destruiría el ozono de la atmósfera superior y la radiación ultravioleta mataría a las especies que hubiesen sobrevivido a los gases tóxicos.
Los científicos especulan que este impacto pudo haber causado la extinción del Pérmico-Triásico.
No se conoce el impacto que pudo tener este meteorito, pues los fósiles hallados en Groenlandia muestran que la extinción pudo haber sido gradual, con una duración de alrededor de ochenta mil años, en tres fases distintas.
[20] Los taxones típicos de las faunas bentónicas gelatinosas eran ahora bivalvos, caracoles, erizos de mar y Malacostraca, mientras que peces óseos[21] y reptiles marinos[22] diversificada en la zona pelágica.
El profundo cambio en la composición taxonómica fue en parte resultado de la selectividad del evento de extinción, que afectó a algunos taxones (por ejemplo, braquiópodos) más severamente que a otros (por ejemplo, bivalvos).