En 1965 fue renombrada como Ferrocarriles de Vía Estrecha (FEVE), dedicándose exclusivamente a los ferrocarriles de vía estrecha.
El organismo fue creado en julio de 1926,[1] encargado de la administración de líneas ferroviarias construidas por el Estado o que habían quedado abandonadas por sus anteriores propietarios.
[2] Dependía del Ministerio de Obras Públicas.
En 1928 algunos de los ferrocarriles que gestionaba, como las líneas Ferrol-Betanzos o Ávila-Salamanca, fueron transferidos a la Compañía Nacional de los Ferrocarriles del Oeste.
No obstante, en el contexto de la inmediata posguerra, la Explotación de Ferrocarriles por el Estado pasó a controlar y hacerse cargo de varias líneas deficitarias.