[1] Desde el año 1520, la corona tenía interés en explorar esta región, por el desconocimiento de la zona, en concreto los territorios al sur del Estrecho, los cuales estaban asociados a la idea de que poseían grandes riquezas.
Esta fue la primera expedición que recaló al estrecho por su boca occidental en enero de 1554.
Las naves navegaron aproximadamente 90 millas dentro del estrecho desde donde regresaron al norte debido al mal estado de las embarcaciones y antes de que llegaran el mal tiempo.
Ojea, con la San Sebastián, recorrió los canales e islas que conforman los actuales archipiélagos Madre de Dios, Mornington y Reina Adelaida.
Sin dudarlo, Ojea comenzó a construir un bergantín con el cual continuar su navegación hacia el norte.
Cortaron árboles del bosque con los que hicieron nuevas tablas, mástiles y mastelerillos.
Por haber llegado a la latitud en que debería estar la boca occidental del Estrecho llegó a suponerse que producto de un cataclismo alguna isla había tapado la entrada.
(Ercilla había viajado al Perú antes de que regresara Ladrillero e informara sobre su navegación y la exploración del Estrecho).