Excepcionalismo estadounidense

Además, a diferencia de los imperios que abarcaban diversos pueblos la variedad étnica de su población no causaba inestabilidad política en Estados Unidos, los estadounidenses basaban su identidad patria en la lealtad y adhesión hacia una ideología republicana antes que en una raíz étnica común, se habían habituado a la democracia y la equidad social en su vida diaria, y no alcanzaban el nivel de prejuicios clasistas tan frecuentes en la Europa o Asia del siglo XIX, aun admitiendo el fuerte racismo presente aún contra las minorías étnicas en EE. UU.

Ya en el siglo XX los Estados Unidos se habían tornado, tras el fin de la Primera Guerra Mundial, en la principal potencia industrializada del mundo, superando a países como Gran Bretaña o Alemania, pero en los EE. UU.

contrariamente a lo ocurrido en Europa, las estructuras económicas del capitalismo no parecían desafiadas en sus bases por el socialismo ni el comunismo, lo cual abonó todavía más el criterio favorable al "excepcionalismo".

no pueden -y de hecho tampoco deberían- aplicar las ideas político-económicas generadas en otros países del orbe debido al "carácter excepcional" de la sociedad estadounidense, cuya "evolución histórica" no puede compararse realmente con lo ocurrido en otros países del mundo, ya sea Europa, Asia, África u otros países de América, sosteniendo que los EE. UU.

nunca han conocido las guerras religiosas ni han experimentado regímenes despóticos o absolutistas como los países asiáticos, y que su sistema político permitió una democracia ininterrumpida desde su creación en contraste con la violencia política partidista existente en los países africanos o latinoamericanos.