Estrella binaria
Esa situación surge cuando dos astros separados por grandes distancias y sin relación gravitatoria mutua, se ven muy cercanos desde nuestra perspectiva.También han existido ocasiones en las que estrellas de luminosidad cambiante parecieron ser binarias eclipsantes cuando en realidad no lo eran.Esos sistemas evolucionan entonces como un todo, creando objetos que de otra forma serían imposibles.Aquellas estrellas que son tanto binarias como visuales, usualmente se encuentran cerca de la Tierra [cita requerida].Los astrónomos han descubierto algunas estrellas que parecen orbitar alrededor de un espacio vacío.La estrella compañera que no se puede ver, a veces produce muy poca luz, o puede ser un objeto que produce muy poca radiación electromagnética, como por ejemplo una estrella de neutrones.Las binarias, además, son una estupenda oportunidad para obtener mediciones directas de masas y radios estelares.Podrían ser dos estrellas que cruzaran sus trayectorias para no volverse a encontrar jamás.Para poder apreciar el movimiento mutuo de las binarias visuales hay que comparar las imágenes del cielo en años distintos.Ello hace que se observen disminuciones regulares en la luminosidad, la llamada por los astrónomos curva de luz.Dado que su luminosidad va cambiando en el tiempo a veces pasan desapercibidas como estrellas variables.En cualquier caso se puede llegar a medir con bastante fiabilidad el espectro de cada estrella teniendo en cuenta qué líneas espectrales disminuyen en cada paso.Se detectan que son binarias gracias al «tirón» gravitatorio ejercido por su compañera invisible.[6] Aunque el compañero no es visible se pueden determinar las características del sistema usando las leyes de Kepler.Aunque para que los cálculos den un resultado confiable es necesario que las medidas tomadas sean muy exactas gracias a la gran diferencia entre las masas y la gran diferencia entre las órbitas de los planetas.Dada su proximidad a la Tierra, 8.6 años luz, la oscilación en la trayectoria de Sirio pudo ser detectada con los medios del siglo XIX.Durante bastante tiempo resultó un misterio por qué una estrella de 1.4 masas solares no lucía nada.Gracias a que las dos estrellas aparecen en el cielo muy cerca una de otra porque se encuentran en la misma visual.Aunque parezca mentira, ha habido errores astronómicos bastante graves por esta simple confusión.Los modelos dinámicos parecen indicar que en sistemas dobles próximos las masas de ambas estrellas serían parecidas ya que éstas se formarían al unísono en una sola región de colapso con un núcleo doble.Es también posible, en las estrellas binarias que están separadas por grandes distancias, llegar a perder contacto entre sus gravedades, en algún punto de su ciclo de vida, debido a perturbaciones externas del sistema.Sabemos que la vida de las estrellas es más larga cuanto menos masivas son.Sin embargo, se han observado enanas blancas de helio en algunos sistemas binarios.Su presencia crea una inestabilidad en la envoltura de la gigante desligando gravitatoriamente al gas circundante.Para cuando se haya convertido en un objeto compacto la otra estrella estará ya en fase de gigante roja.Su brillo dura unos pocos días y en ningún caso llega a equipararse con el de una supernova.Debido a las intensas fuerzas gravitatorias de estos objetos la materia que cae en espiral es estrujada y acelerada.Dado que esta cantidad es conservada en la física, las binarias toman una importancia mucho mayor.En 1915, astrónomos del Observatorio Monte Wilson, determinaron que Sirius B era una enana blanca, la primera en ser descubierta.La forma de estas estrellas se ve afectada gracias al contacto mutuo entre ellas.