Estrellas fijas

La frase se originó en la Época Clásica, cuando los astrónomos y filósofos naturales dividieron las luces celestes en dos grupos.

Uno contenía las estrellas fijas, que parecían salir y ponerse sin cambiar de disposición con el tiempo.

También pueden distinguirse de las estrellas fijas porque estas tienden a centellear, mientras que aquellos parecen brillar con una luz estable.

Las estrellas fijas tienen paralaje, que es un cambio en la posición aparente causado por el movimiento orbital de la Tierra, el cual sólo fue observado en tiempos modernos.

[1]​ En 1718 Edmund Halley enunció su descubrimiento de que las estrellas fijas tenían en realidad movimiento propio.

[2]​ Las culturas antiguas no lo habían inferido porque requiere de mediciones precisas durante largos periodos.

[2]​ La frase estrella fija es técnicamente incorrecta, pero aun así se usa en contextos históricos, y en la mecánica clásica.

Las estrellas fijas en la representación del sistema solar de Tycho Brahe .