Estilo bello (en checo: krásný sloh) es la denominación por la que se conoce a una corriente artística específica del gótico checo predominante en el periodo 1380-1420, aunque la misma perduró incluso después de las guerras husitas.
Este estilo se caracteriza por una expresión facial idealizadora y cultivada, figuras esbeltas y, a menudo, curvaturas en forma de S con ropa en la que destaca la profusión de pliegues.
[1] El extraordinario desarrollo del arte gótico checo en este periodo se vio influenciado, además de por artistas nacionales, por pintores y escultores oriundos de Francia, Italia y Alemania.
[3][4] Las obras pictóricas presentes en libros checos también tuvieron un nivel artístico notable, tal y como lo demuestran los manuscritos iluminados creados para el rey Wenceslao IV.
[2] En pintura, el estilo bello se caracterizó por un modelado suave y colores brillantes.