Situada en la parte sur del Estado Teutónico, Toruń se convirtió en el siglo xiv en un gran centro de producción artística.
Canon Strzesz menciona la talla como parte de un retablo ubicado en la pared este del pasillo norte (donde hoy se halla la copia elaborada por Marciniak).
En 1921, Jan Rutkowski realizó una intervención en la escultura, eliminando los repintes posteriores y dejando al descubierto restos de policromía medieval.
La Virgen aparecía con aspecto juvenil, luciendo un rostro caracterizado por una gran belleza en el que destacaban unas facciones delicadas así como una frente despejada y unos labios pequeños, estando los ojos ligeramente ocultos por los párpados.
El Niño Jesús se mostraba desnudo y apoyado en el hombro derecho de su madre, mirando hacia la manzana que María sujetaba con la mano derecha y que Jesús tocaba tímidamente con la mano izquierda.
Entre la Virgen y el Niño destacaba un fuerte vínculo, acentuado por el gesto tierno y delicado de María, quien le daba la manzana a Jesús, el cual respondía con un gesto similar, tocando con la mano izquierda tanto la fruta como la mano derecha de su madre.
Los principales centros que se cree dieron forma a esta corriente artística son República Checa con Praga, Silesia con Breslavia, Francia con París, Austria con Salzburgo y Renania con Colonia.
Perteneciente al Estado Teutónico, Pomerania Oriental se convirtió en un importante centro artístico alrededor de 1400, siendo Gdansk, Toruń, Elbląg y la capital del estado monástico, Malbork, los puntos más destacados.
La Madona de Toruń se caracterizaba además por un rico simbolismo y contenido ideológico.