Madona de Sternberg

La literatura sostiene que la talla fue creada para la iglesia monacal de los agustinos en Šternberk y que durante la reconstrucción barroca del templo fue trasladada a la sacristía de la iglesia en Babice.

La ménsula se halla decorada con un relieve; posiblemente esta figura provenga del periodo de las bellas Madonas, siendo tan similar en estilo a la Madona de Sternberg que probablemente ambos trabajos son obra del mismo autor.

Por lo general, estas Madonas están extrechamente vinculadas a las esculturas creadas por el taller de Peter Parler.

[4]​ La figura de la Madona se halla distribuida en torno a un eje central situado entre la cabeza y la base, presentando una pose estática.

Respecto a las piernas, estas están notablemente separadas, con todo el peso descansando sobre la derecha.

La Virgen sostiene al Niño Jesús sobre la pierna izquierda, desde donde las telas discurren en diagonal para reunirse en el centro en forma de dobleces serpenteantes y terminar en el lado derecho, donde se forman pliegues que caen en cascada.

Estos pliegues son constantes en toda la tela, respetando el movimiento y formando suaves transiciones, con la única excepción en la zona del hombro derecho, poco diferenciada respecto a las demás.

Durante el proceso se retiraron seis capas de color carne y entre cuatro y cinco capas de policromía presentes en la túnica, el manto y el velo, dejando al descubierto las capas de pintura más antiguas: bermellón en la parte exterior del manto, azul cobalto en la parte interior del mismo, dorado en el dobladillo, rojo oscuro en la túnica y ocre en el velo.

[15]​ Por su parte, el color carne original, en una octava capa, no fue descubierto hasta una restauración acometida en 1998; el restaurador consideró en su momento que las capas más antiguas de policromía se encontraban en el color carne y las áreas pintadas en dorado (el cabello y los dobladillos del manto); que únicamente se aplicó una base de tiza a las demás superficies; y que el proceso de policromado se vio interrumpido cuando el reverso de la talla fue cortado.

Es posible que el rico color bermellón del manto, el cual distingue a esta Madona de otras del mismo género artístico, sea de un periodo posterior, con varios expertos fechándolo en los siglos xv o xvi.

De un periodo posterior data a su vez el agujero en la cabeza del Niño Jesús, en la cual debía ir insertada una aureola.