Se han encontrado documentos que acreditan, en efecto, la existencia de un pintor español en Roma entre 1604 y 1626 que perteneció a la Academia de San Lucas, misser Lorenzo Gonzales, pitore spagnuolo, italianizado al poco como Laurenzo Gonzales, al que desde 1618 se da el tratamiento de signore.
La novela-biografía dice que marchó a Palermo (Sicilia) y murió allí hacia 1628.
Este respetable personaje no responde al prototipo del padre de un pícaro, y además, según lo describe su hijo, estaba preocupado porque sus vástagos tuviesen una buena educación y un futuro profesional.
Según se dice en la novela-biografía era hombre con ejecutoria de hidalguía, «muy severo» y bien relacionado con el embajador español; al morir dejó a su familia, compuesta además de madre y dos hermanas, en una posición económica desahogada.
(La novela picaresca española, edición de Florencio Sevilla Arroyo, Madrid, Editorial Castalia, 2001, página XLV).
Para Alexander A. Parker, la obra es "desagradable" y deja "muy mal sabor de boca".