Fernando de Austria (cardenal-infante)

Se le ha considerado una suerte de "última esperanza" para la hegemonía española en Europa, que se vio truncada por la proverbial falta de apoyos en la corte y por su propia y prematura muerte en un momento decisivo.Así, en 1619, el infante fue nombrado arzobispo de Toledo y poco tiempo después fue designado cardenal.Planeó trasladarse desde Milán a los Países Bajos Españoles atravesando Lombardía, el Tirol, Suabia y siguiendo el Rin.Ante esta situación los Habsburgo solicitaron la ayuda de cuatro mil efectivos de la caballería del general Albrecht von Wallenstein, pero este denegó la petición y los mandos del Cardenal-Infante tuvieron que conseguir nuevas fuerzas por sus propios medios.Gustaf Horn fue hecho prisionero, el ejército sueco destruido y sus restos huyeron a Heilbronn.Debido a la impopularidad del clero en aquel momento en Bruselas, como gobernador general minimizó su estatus eclesiástico haciendo hincapié en su autoridad secular.No pudo continuar esta ofensiva, perdiendo el terreno conquistado, pero sí aseguró Luxemburgo mediante contingentes croatas.No pudo hacerlo más que al norte de Maubeuge, y este proceso supuso pérdidas territoriales frente a Francia.Estos hicieron circular numerosos rumores infundados con los que se trataba de socavar la reputación del cardenal.En aquel momento, el Imperio español se encontraba inmerso en una mala situación financiera y militar.Tuvo una hija ilegítima, Ana de la Croix, nacida en Bruselas en 1641, que se hizo monja y murió en Madrid en 1715.
El Cardenal-Infante Fernando de Austria como cazador por Velázquez ( Museo del Prado ).
Fernando de Austria en la batalla de Nördlingen, por Rubens ( Museo del Prado ).