Desde 1995 su voluntad testamentaria se hace realidad en el Perú a través del Premio Esteban Campodónico Figallo,[3] que reconoce, con su legado económico, los aportes destacados al Perú en distintas áreas del quehacer humano.
Se casó en Chiavari en 1865 con la joven Angela Figallo quien permaneció unos años en dicha ciudad, mientras la familia iba creciendo y su esposo viajaba para mantener sus negocios.
Hacia 1879 –coincidiendo con el inicio de la Guerra del Pacífico- emigró todo el grupo familiar: el hijo mayor Stefano (Esteban, castellanizado), y cinco hermanas.
Entre los médicos que atendieron a lo largo del tiempo en este hospital están: Juvenal Denegri, Teobaldo Cancino, Juan A. Cipriani, Guillermo Gastañeta, Constantino Carvallo, José Bazzocchi, José Boero, Carlos Monge Medrano, Pastor Manchego, Alfredo Parodi, César Morosini, Felipe Denegri, Julio Raffo Campodónico, Ernesto Raffo Campodónico, Ricardo Pazos Varela, Juan José Mostajo, Luis Espejo, Juan Losno, Holzer Segfried, Daniel Becerra, Carlos Brignardello, Francisco Graña, Esteban Rocca, Abel Delgado, Sergio Bernales, Ricardo Palma, Francisco Tasso y Juan San Bartolomé.
En 1921 trajo a Lima la instalación más completa de radiología, con un equipo Snook Víctor Co.
con tubo Coolidge, termoelectrónico que mejoraban la calidad y rendimiento de los anteriores, termoiónicos.
Campodónico escribió ese año “Radiología Clínica” uno de los pocos libros para la enseñanza académica en el Perú durante muchos años.
Tuvo a cargo la cátedra hasta 1930, y fue sucedido por el doctor Oscar Soto.
Fue miembro destacado del Círculo Médico Peruano al que benefició en dos oportunidades con donaciones para impulsarlo.
En la Sociedad Geográfica de Lima, a la que fue presentado por Horacio Urteaga, era miembro activo desde el año 1914.
Sus restos descansan en el mausoleo que mandó erigir en homenaje a su madre, con otros 13 miembros de su familia.