El cerro recibe ese nombre debido a la gran cantidad de cuarzos que podían recogerse en sus alrededores.
[1][2][3] El sacerdote jesuita José María Arteaga le había encargado al artista palmirano Gerardo Navia Carvajal la construcción de la estatua, pero éste sólo llegó a realizar una maqueta y luego abandonó el proyecto.
[6] En el primer barranco esculpió La existencia, como homenaje a la vida y al hombre; en el segundo, el Lamento de la Pacha Mama, como una protesta de la naturaleza por los daños que el hombre ha causado al medio ambiente; en el tercero le dio vida a El Gólgota, para acompañar la peregrinación que hacen los fieles en Semana Santa.
[6] Después del espacio contemplativo, la vía, totalmente pavimentada y en buenas condiciones, lleva hasta el pedestal de Cristo Rey, que recibe con los brazos abiertos a los visitantes.
Se sube por la avenida Circunvalar, entrando a la altura del CAI de Los Cristales.