En sus alrededores se desarrolló un homónimo caserío que perduró hasta fines del siglo pasado.
Esta acción además posibilitó fundar una gama de estaciones y pueblos impensados, entre los que nació Holdich.
[3] Desde 1914 con un relativamente cercano Cañadón lagarto prosperando era común que esta localidad recibiera a los viajeros en travesía hacia Comodoro.
El proyecto estipulaba luego establecer un Decauville entre ambas estaciones para facilitar las cargas.
La línea de Comodoro Rivadavia a Colonia Sarmiento tenía sus ejes principales en sus dos puntos para cargas y pasajeros.
El proyecto pretendía pasar por los campos petroleros de Cañadón Seco y Caleta Olivia.
[9] A partir de la segunda mitad del siglo XX el poblado decayó rápidamente, en gran parte por el declive del ferrocarril frente al transporte automotor, incorrectamente superpuestos por falta de planeamiento nacional.
Aún para 1951 su población era contada entre las pocas localidades que la línea Comodoro Rivadavia a Colonia Sarmiento recorría.
Por estos años, el matrimonio Aramburu se convirtieron en los últimos habitantes y guardianes de los edificios históricos.
También, se observan que las instalaciones ferroviarias estaban conservadas, aunque ya para ese año la estación había desaparecido con sus carteles nomencladores.
La desaparición del boliche fuer rápida, ya para 1995 por su deterioro parecía demolido.
Este héroe anónimo recibía a los visitantes con escopeta en mano para evitar los desmanes.
[14] Fue así que en las últimas décadas se robaron rieles de la vía férrea junto con la misma estación.
[15] El desguace de los particulares también afectó a los edificios históricos que existían para aprovechar y vender material como chatarra.
Por último, Holdich figuró en la descripción tarifaria del ferrocarril como punto de cobro.
[20] Desde 1938 el itinerario mostró por primera vez una extensa red servicio suburbano que recorría la zona norte de Comodoro.
Gracias a la nueva tecnología, partiendo desde estación matriz, se pudo alcanzar este punto en 1:58 minutos.
Sin embargo, en el otro viaje que partía desde las 9 hs la cantidad de elementos optativos era sensiblemente menor y estaciones como Holdich fueron obligatorias.
[27] No obstante, pese a perder Escalante el servicio suburbano; el ferrocarril ideó en los domingos un viaje especial.
Esto daba lugar que los visitantes permanecieran buena parte del día disfrutando en los diferentes destinos seleccionados.
Asimismo, el viaje del domingo, llamativamente, arrojó que la única estación que tuvo parada obligatoria de los servicios ferroviarios de pasajero en el tendido desde Diadema a Sarmiento, fue Cañadón Lagarto.
En los otros 3 viajes: lunes, viernes y uno sin especificar por ser diario o condicional quizás; el ferrobús visitaba obligatoriamente esta estación en sus recorridos.
Además, el itinerario mostró que el servicio de pasajero y cargas empeoran levemente los tiempos.
[28] Sin embargo, un boleto desde Sarmiento a este punto, pudo ser localizado en una colección personal.
Los testimonios de vías obstruidas, en la zona que rodea a Pampa del Castillo, por las intensas nevadas son abundantes.
La nieve en con su gran acumulación tapaba las vías y el terraplén lo que dejaba fuera de operación a la línea frecuentemente en invierno.
[30] Se sitúa en las coordenadas 45°57′58″ S 68°12′2″ O, sobre la Ruta Provincial 37, a pocos km del límite con la Provincia de Santa Cruz.
[31] Posteriormente, un informe en 1958 detalló que el servicio de pasajeros recibía, hacienda y cargas.