En Milán, como en muchas ciudades de la Liga Lombarda, comenzó a utilizarse la Cruz de San Jorge como símbolo heráldico a finales del siglo XII, después del Tratado de Constanza firmado por el emperador Federico I Barbarroja y las ciudades de la Liga en el año 1183.
Durante la ocupación francesa, se adoptó un nuevo escudo de armas en el que se recuperó la Cruz de San Jorge como elemento central.
En las armas del Reino de Lombardía-Venecia (1815–1866) se utilizó, en un escudo cuartelado, el biscione de los Visconti junto al emblema de San Marcos, un león alado, tendido y afrontado que sostiene el Evangelio y que ha sido adoptado como símbolo por la ciudad de Venecia.
Durante el periodo fascista se volvió a aumentar el escudo con un jefe, pero en este caso fue de gules y cargado de un fasces (utilizado como emblema por el fascismo) que estuvo vigente hasta 1944.
Existió otra versión anterior en la que figuraban los blasones de Abbiategrasso, Gallarate, Lodi, Monza, y Milán sobre el todo en escusón.