Los escribas del antiguo Egipto eran los encargados en inscribir, clasificar, contabilizar y copiar, utilizando varios tipos de escritura, como la hierática o demótica, que permitía escribir rápidamente, con la ayuda de un cálamo sobre papiros u ostracas.
Administradores , contables, literatos o escribanos públicos, estos maestros del cálculo y la escritura eran omnipresentes.
En principio, los escribas eran escogidos entre aquellos privilegiados que habían sido formados en el entorno de la familia real.
Los escribas, antes de comenzar su trabajo, rezaban una plegaria a Dyehuty (Tot), su patrón.
Seneferu, Tutmosis III, Ajenatón, Horemheb o Sethy fueron algunos de los faraones que se supone redactaron sus enseñanzas destinadas a sus sucesores.