Ernesto López-Parra

Finalmente, en 1936 aparece Auroras rojas, volumen de corte social, muy influido por la revolución minera asturiana.

Colaboró con el poema Traición y muerte del señorito Cañero[1]​ en la revista El Mono Azul que dirigió Rafael Alberti.

Ese poema se recogió posteriormente en el Romancero General de Emilio Prados y Antonio Rodríguez Moñino.

[2]​ Mantuvo una polémica literaria con Gerardo Diego por los actos de homenaje que los hombres del 27 rindieron a Góngora.

[4]​ Estuvo casado con María Calvo, también talaverana, de cuyo matrimonio nacieron dos hijos, Eduardo y Ernesto.