Sus primeros años transcurren en Málaga, donde estudió el bachiller y comenzó a relacionarse con la bohemia artística de la ciudad, que se reunía en las tertulias del Café Inglés, en la malagueña calle Larios, donde conoce a otros jóvenes poetas como Manuel Altolaguirre, José Moreno Villa, José María Hinojosa o José María Souvirón.
En este fecundo caldo de cultivo se forma la Generación del 27 y es aquí donde Prados entabla amistad con el círculo que forman Federico García Lorca, Luis Buñuel, Juan Vicens, José Bello y Salvador Dalí.
En 1925 inicia su actividad como editor de la imprenta Sur, en la que trabaja también junto a Altolaguirre y Fernández-Canivell.
Paralelamente a sus actividades creadoras, su compromiso social se va decantando hacia un progresivo interés por los sectores más pobres y desfavorecidos de la sociedad.
Segunda etapa (1932-1938): se entrega a la poesía social y política con un lenguaje surrealista.